Luna

Parecen diferentes el rayo del sol y el de la luna, ambos abrazan distinto, uno en calor y fuego y el otro en calma y desvelo.

En mi mundo tu eres luna, brillante y mística, suave pero siempre presente aunque no te vea, aunque no te pueda tocar se que estás ahí. 

Con una claridad inhumana cuando las condiciones son las adecuadas pero también puedes esconderte y hundirte en el silencio inesperadamente.
Tienes magia en tu brillo, tienes misterio en tu luz, haces del alma un océano de emociones y pensamientos, unas veces  insoportable, otras insuficiente.

Y es que nunca pareces suficiente, nunca estás de más; nunca dejas de llenar esos vacíos que nos deja el sol con ese abrazador calor, con ese abrumante destello que llega a cansar, a desgastar.

Tu eres calma nocturna, eres serenidad oscura, paz fría y tranquila que anela esta parte humana que admira, que calla.

No hay manera alguna de olvidarte una vez que mis ojos se posan en tu luz deseando ver también ese lado oscuro inevitable, esa forma inhóspita que dibuja un enigma que tengo que descifrar.

Se que no tiene caso tratar de entender tus misterios, mi amada luna, la vida no me alcanzaría para explorar tu belleza ni mi mente podría con tu encanto etéreo, pero que sirva mi humanidad como testigo de tus dones, como testamento de que lo eterno existe y existe en tu luz, en tus rayitos incansables. 

Alrac Ocir