Encontré mis ojos

¿Cómo no mirarte así?

¿Cómo no mirar con satisfacción
a la mujer que soñé incluso antes de saber soñar?
¿Cómo no mirar con amor
a la compañera que mi alma siempre eligió?
¿Cómo no mirarte con los ojos colmados de alegría
al reconocer en vos al amor de mi vida?

¿Cómo no mirarte
y delatar mi felicidad cuando te tengo enfrente,
cuando mi gesto me traiciona
y mi sonrisa se vuelve inevitable?

¿Cómo no mirarte
y sentir tu corazón palpitando en mis manos,
cómo no saber, con certeza lúcida,
que quiero que seas vos,
hoy, mañana y en cada intento del destino?

Y si algún día me quedara sin la posibilidad de mirarte,
te imaginaría.
Te imaginaría mientras rozo la curva de tus labios con los míos,
mientras el tiempo se suspende
y todo adquiere un fulgor inefable.

Te imaginaría cuando me abrazás
y no existe nada más,
cuando el mundo se reduce a ese instante
donde mi ánima descansa en la tuya.

Te imaginaría cuando me besás
y me elevás más allá del miedo,
más allá de mí mismo.

Me imaginaría a mí,
a vos,
y a este amor perenne
que no necesita testigos
para existir.

Porque aun sin mirarte,
te elegiría.
Y aun en silencio,
mi corazón seguiría pronunciando tu nombre
como quien alcanza su cenit
sin necesidad de palabras.