Feliz Año Desperdiciado

Feliz año desperdiciado, brindis rotos en la mesa,
doce promesas vencidas cargando la misma pereza.
Las horas pasan en fila como testigos cansados,
me aplauden los mismos errores, siempre bien ensayados.

Celebré con fuegos falsos lo que nunca construí,
aprendí a sonreírle al vacío para fingir que crecí.
Los días se me hicieron humo, los meses, un mismo eco,
y yo creyendo avanzar mientras giraba en el hueco.

Guardé sueños en cajones que jamás quise abrir,
por miedo a confirmarme que también sé desistir.
La esperanza llegó tarde, con resaca y sin voz,
a pedirme explicaciones de por qué no fui yo.

Feliz año desperdiciado, calendario sin alma,
me enseñaste que el tiempo no perdona ni calma.
Que no basta prometerse cambiar con uvas y alcohol,
si al amanecer sigo huyendo de mi propio control.