Ajena al mundo me encontraba,
con botella en mano me hallaba,
¡Frigida de mierda! Vociferaban.
Cumulo de sentimientos,
y todo el valor que me faltaba.
Hace años no lloro,
hace días te ignoro,
aprendí a vivir con ello,
mientras moría en el infierno.
Tal vez me faltó gracia,
me faltó amor,
Pero no cabe duda alguna,
tu voz no ayudó.
Extrañarte no bastó,
faltaba hundirme en penas,
que aquel recuerdo construyó.
Han pasado años y te supere,
han habido altibajos que tal vez algún día no recordare,
soy una frigida que ha cumplido su papel.
Frívola cómo nadie y a mi velorio yo misma asistiré.
Me perdí jugando a encontrarme,
y más que perderme,
colgué mi vida en espera,
y salte del monte en el que Quiron me crío.
Todos tenemos un final,
y no hay duda alguna,
jamás me considere atea,
pero justo creo más que nunca,
que mi muerte lejos de mi no se encuentra,
y no hay quien lo impida.
Más que nadie,
se que la muerte no es morir,
va más allá.
No me queda tiempo para explicar,
el sabor amargo de mi boca,
el brillo que en mi iris se perdió,
y el nerviosismo que con el tiempo huyó.
CSB~
-
Autor:
CSB (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 28 de diciembre de 2025 a las 12:10
- Categoría: Triste
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Hernán J. Moreyra

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.