Paternidad en trozos del ayer y del mañana

"AMOR DE PADRE"

Un hombre con tres soles en el pecho ya marcados.

Uno del ayer, de aquella antigua persona que lleno su corazón, la que le brindo la dicha de hacerlo padre al señor, la que le pasó sus manos y moldearon su retoño, aquella jovencita alegre que de ambos nació.

Dos del presente inmediato, que lo llenan con fervor, de esa relación nueva que hace poco nació, hay dos pequeños traviesos, que su corazón llenaron, con besos y alegrías le han devuelto la vida. 

Tiene una hija de trece años,

que le recuerda el amor que fue, 

lo que tuvo y añoro, en aquel pueblo lejano, con ella pasa los días conversando del amor, de la vida, de lo bueno y de lo malo que golpea a diario.

Dos hijos más pequeños y traviesos, de siete y tres años ya, de su nueva compañera con la que una decena llevan, es la nueva primavera, que da color a su vida. 

El hombre joven y cauto logra vivir en paz, divide su tiempo, su corazón, entre risas nuevas y nostalgias.

La hija de trece, con ojos del pasado, le habla de sueños, le cuenta secretos, le confiesa temores y desamores. 

Los pequeños lo llenan de "papas",

juegos, risas y besos.

Él se parte en trozos, sin saber que hacer, solo en su corazón lleva sus tres soles, entre el ayer y el mañana, marcan su estancia, le brindan amor y consuelo...

"Tranquilo papá, tu rol no acabo solo de modificó".

Quiere estar en cada instante, en cada situación, en todos los momentos, pero el tiempo es solo uno.

Aún así él divide y multiplica su amor, está presente en cada acontecimiento, que le da permiso Dios, lucha por sus tres amores, les da lo que no tiene y más, lucha a diario, con la vida para poderles brindar lo que le falte y requieran él les tratara de dar, padre no es el que engendra, sino el que cría de verdad. 

FÉNIX.-/🪶