Giras alrededor de una órbita sin planeta.
Llevas mandados a un jefe que jamás viste.
Le debes al tiempo, y este no te da horas de sueño
ni café que adormezca tus nervios.
Rindes cuentas a la vida y esta nada te devuelve,
como el diablo frente a tus problemas.
Rezas a paredes huecas; nadie oye tus quejas,
ni nota el fruncido de tus cejas cuando explotas.
Te lastimas en cada paso,
en cada rechazo,
en la mirada vacía de tu bolsillo.
Las deudas se multiplican, pero no el dinero.
Vacío como la vida en línea recta,
vacío recio como la bebida que te consume,
vacío profundo como el odio que guardas en tus puños,
vacío como el grito de un mudo devorado por el dolor.
Giras y giras sin llegar a ningún lado.
El sol te quema las espaldas y la luna te da la espalda
por más rosas que le hayas regalado.
Vacío como los anillos de Saturno que giran sin planeta.
Tu orgullo, un cigarrillo que consume la conciencia,
una chispa que no ilumina nada.
Nadie te para.
Nadie secará tus lamentos ni tus caídas.
Estás lejos de casa, lejos de la ventana,
lejos de cualquier puerta.
Te carcome el miedo.
La hambruna abunda en la alacena.
Los nervios se amontonan cada día en cruz en el calendario.
¿No notas tu cansancio en el ocaso de un nuevo día?
¿El sabor amargo del café que recuerda tus fracasos?
Haz algo, porque los frascos que esperabas llenar
de sueños y promesas
solo se llenan de vacío.
-
Autor:
Augusto Fleid (
Online) - Publicado: 27 de diciembre de 2025 a las 16:16
- Categoría: Fábula
- Lecturas: 1
Online)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.