… Después de tanto espacio por tiempo,
Dos almas en el metro se vuelven a encontrar …
syglesias
Presenta
Del ciclo de la Vida en Parejas…
Lágrimas del silencio – De la vida:
“A veces, la vida, dice, soy un pañuelo,
Que acerco, pero no, seco el rostro. “
Una lágrima a calado en mi pecho,
Llegando al corazón, siento, dolor,
La distancia, pareciese ser, olvido,
Una mirada, se pierde en la multitud,
Corro entre la gente dentro del metro,
Te grito el bullicio, ha impedido, oírme,
Consigo una orilla, donde escapo,
Llegando, hasta el vagón que te vi,
Buscándote, veo que has, bajado,
A través, de la ventana, nos miramos,
Unos instantes, los más largo, vividos,
Yo adentro, imposibilitado, tu afuera,
Ojos se humedecen, fluyen, lágrimas,
Observo que Tú, comienzas a llorar,
Lágrimas de silencio, mordiendo labios,
El tren comienza a moverse, lentamente,
Lamento llegar, justo al cierre de puertas,
Tu mirada, lo que más puede, sigue la mía,
La gente, cercana, se queda, mirándome,
En algunos, observo que viven el momento,
Emotivo de impotencia que voy, padeciendo,
Sobre todo, personas mayores que han vivido,
Quizás, sus propias, situaciones de antaño,
Pero ahí estaba Yo, con mis lágrimas al rostro,
Recordando, detalles del ayer, por los dos,
La pena, hace bajar la mirada al piso del tren,
Con manos al rostro, mis sentimientos, caen,
Ocurriendo a veces un milagro menos, esperado,
De desconocidos que se apiaden de tu desgracia,
Siento una mano al hombro y una voz de alivio,
Volteo es el de una anciana de la tercera, edad,
Que, con voz dulce, parecida a la de mi mamá,
Fallecida, dijo hijo bájate y ve por Ella, búscala,
Me hizo comprender a pesar de todo lo vivido,
Que donde hubo fuego, cenizas deben, quedar,
Como esa razón por existencia, si no hay olvido,
Le di las gracias, me dio un beso y su bendición,
En Ella me vi en sus ojos desgastados de los años,
Y por su voz sabia, como si fuese la de mi madre,
Baje en la próxima estación en lado contrario,
Fui hasta la estación en que se había, bajado,
Y estaba ahí parada, como si supiera, volvería,
Justo, donde las miradas se habían, cruzado,
Entonces, abriéndole los brazos, corrió a mí,
Nos fundimos en un beso de lágrimas saladas,
Atrás al menos por esos instantes, divinos,
Que guardo en el corazón, depusimos armas,
Que en el pasado, hicieron mucho, ruido,
Al unísono, nos pedimos, perdón, diciendo,
Lo siento, tomándonos las manos al pecho,
Reinando entre nosotros una paz de amor,
Que en ese día, hacía mucho tiempo, tuvimos,
Y no creímos poder tener y disfrutar, juntos,
Quien sabe si la soledad, nos abriría los ojos,
Haciéndonos, poder ver, claro lo ocurrido,
Por nuestros errores de pareja en el pasado,
Logrando aplicar lo aprendido en soledad,
Pero bien, como quiera sea, lo ocurrido,
Para mi, fue como ese milagro, otorgado,
Deseando, aprovechar esta oportunidad,
No sé, si te quedarás o podré, quedarme,
Te dije, pero esto es algo por lo no tenido,
Esperando, llenar ese espacio, que había,
No será hoy algo muy perfecto, pero tomados,
De las manos y juntos, partimos de la estación,
Al menos se acercaba a lo que Yo, un día, soné.
---------------------------------------
Sergio Yglesias García
Caracas, 20/12/2025 10:00 AM
-
Autor:
syglesias (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 26 de diciembre de 2025 a las 06:18
- Categoría: Triste
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: William Contraponto

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.