Al circo

Romey


AVISO DE AUSENCIA DE Romey
Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.

En el pueblo donde vivía antes había un lugar de lo más extraño, como un bosque simulado, con árboles holográficos y pájaros digitales. Era un lugar tan extraño que solamente se podía acceder a el soñando. La primera vez que entré fue de pura casualidad, pues andaba yo vagabundeando por las calles periféricas cuando me paralizó una sensación extrema de irrealidad inmediata e inminente; sentía mi cuerpo pesado como una montaña y no conseguía mover nada más que los ojos, así es que pude ver y vi ese escenario, y dentro del espesor negro verdoso supe que habría un circo abandonado: oia claramente el eco de los aplausos, los amorosos rugidos de las fieras domadas, las voces de los bufones entre risas agudas. Entonces el temor a lo desconocido me atenazó y no me quedó mejor alternativa que darme la vuelta y despertar en cama haciéndome preguntas incontestables

  • Autores: Romey
  • Se ve: Todos los versos
  • Publicado: 24 de diciembre de 2025 a las 22:27
  • Límite: 15 estrofas
  • Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 1
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