deja que duela,
deja que tu alma lo bote todo,
deja que tus sollozos finalmente se oigan,
deja que tus rodillas se rindan en el suelo.
deja que de a poco el clima cambie,
deja que el viento acaricie tu carita
deja que las flores te llamen un rato,
deja que el pasto te abrace sin miedo.
deja que de a poco el nudo en tu garganta se suelte,
deja que el dolor de tu pecho se convierta en melodía,
deja que tu cabeza se apoye en mis piernas,
deja que el atardecer nos diga adiós una vez más.
deja que sane,
deja que vuele el sentimiento,
que tu cabeza de a poco se aliviane,
buscando tan solo apaciguamiento.
te quiero,
te quiero mucho
y espero que me creas esta vez.
Si te dolió darme abrazos en algún tiempo,
deja ver que me dolía a mí también,
pero hoy te abrazo y no te suelto,
porque estás sanando,
seguro y lento.
que la lunita te meza,
que te oiga llorar un ratito,
en ella más tarde,
podrás dormir calentito.
¡así que deja que duela mi vida!
¡y deja que sane!
y grita conmigo
hasta que no sientas más desgarre.
pasará toda angustia,
volverán las tardes azules y doradas,
donde nos aferramos en aquel tiempo,
a todas nuestras esperanzas.
Dolerá, pero sanará pronto,
nunca es fácil decir adiós,
Vienen tiempos maravillosos,
te lo prometo, mi amor.
-
Autor:
Cali (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 22 de diciembre de 2025 a las 20:10
- Comentario del autor sobre el poema: en tiempos de desolación, intensificar la oración -san ignacio, mal citado por mí. también recordar a mario benedetti!! no se rindan nunca!! abrazos
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1

Online)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.