El año se fue, miró hacia atrás con pena,
vio que no avanzó en este andar sombrío,
sintió que su esfuerzo fue vana faena,
y que el tiempo se escapó como un río.
Los días se pasan cual minutos fugaces,
los años, como horas en su lento vuelo,
la vida se escurre entre sueños y paces,
sin dejar una huella en este desconsuelo.
Quiso alcanzar metas, cumplir sus anhelos,
pero se vio atrapado en la rutina,
sus sueños quedaron como tristes sellos,
y su alma sintió la amarga espina.
Miró sus errores, sus malas decisiones,
y sintió el peso de la melancolía,
vio oportunidades, bellas ocasiones,
que dejó escapar en su cobardía.
El año se marcha, voltea la mirada,
y ve que el camino sigue igual, sin cambiar,
no hay huellas profundas en esta jornada,
parece que el tiempo se niega a avanzar.
Los días se escurren como los minutos,
los meses se funden en un mismo son,
los años se van cual fugaces tributos,
y la vida se escapa sin dar explicación.
En este andar lento, sin rumbo certero,
me siento atrapado en un eterno vaivén,
buscando un destino, un sueño sincero,
pero el tiempo se burla y me dice "¡Ya ven!".
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Autor:
José de Amercal (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 22 de diciembre de 2025 a las 19:51
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal, Hernán J. Moreyra

Offline)
Comentarios1
Muy buen y emotivo poema, estimado poeta. Gracias por compartir, un abrazo cordial!
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