Incursiones en balsa

Incursiones en balsa 

Un príncipe  desde su torre aislada mira, como a lo lejos en el mar varias embarcaciones se juntan haciendo parejas o grupos, muchos son buques y otros de tamaños más pequeños, intercambian productos, charlas, favores, hacen fiestas, tejen redes, se divierten, se comprometen.

El príncipe tiene el anhelo de unirse a esa mezcla tan rica y diversa. Estos barcos no son algo que se puedan comprar, es más una habilidad, por lo que a él le toca una balsa. 

Sale contra viento y marea, tan vulnerable, a un encuentro previamente publicado en afiches en la costa. Para sorpresa suya tuvo buena acogida, fue un bonito ambiente, interactuó con un par de barcos, luego regresó feliz. Esto se repitió varias veces.

La balsa no mejoraba mucho, por lo que lo desalentó y salía menos frecuentemente. La desesperanza en otros aspectos, lo terminaron por regresar casi a la balsa inicial. ¿Qué hacer? No es obvio la respuesta, el estrés de no lograrlo y la obligación de intentarlo otra vez es agobiante. El príncipe decide esperar, seguir con las incursiones cuando las extrañe, si un derrocamiento no lo mata antes. 

No somos dueños del tiempo ni de lo que pasará, tal vez debemos aprovechar las ofertas del momento, esos intercambios que se hacen en el mar abierto, hay gran variedad, tal vez uno no se sienta satisfecho, pero vamos, estamos en un universo con recursos limitados. ¿Qué recursos se podrá intercambiar en esta incursión?

Leindad Odnan