Prisionera del dolor

Alma Eterna

 

 

La cárcel que la atrapó,

fue la misma que la enamoró.

Fueron esos besos tibios,

que le llenaban de amor.

Abrazos que fueron calor,

en tiempo de frío.

Solo que en ningún momento,

la soltaron ni la eligieron ante el mundo.

Aquel hombre la amó a medias,

la mantuvo en la ambigüedad.

Comiendo migajas de cariño,

con el tiempo el amor se hizo frío.

Él no la quería a su lado,

pero tampoco con otro.

Nada era en vano,

el amor era inhumano.

Ella enamorada, ilusionada,

se conformaba con poco, con nada.

La semilla no germina,

la flor pequeña se marchita.

Cada día, un nuevo día,

ella con él, solo sufría.

 

FÉNIX.-/🪶

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Comentarios +

Comentarios1

  • Salvador Santoyo Sánchez

    Buena reflexión.
    Que requiere valor y voluntad
    Para dejar eso que hace sufrir.

    Que difícil es soltar.

    Saludos alma eterna



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