En tu memoría, dieciocho de diciembre y un sol abrasador.

Jesús Ángel.


Cuando la memoria es solo conciencia
y la ausencia del cuerpo
no es ausencia de presencia.

Cuando las cuevas del Sacromonte son testigos
de una historia ya cumplida
y de un presente eterno, sin condición.

Cuando vida y muerte
no son opuestos,
sino parte activa
de la danza del universo en expansión.

18 de diciembre.
Un sol abrasador.

En conciencia estás aquí.
La Alhambra, párpado de piedra,
parpadea este esplendor.

Entre subidas y bajadas
camino sobre la tierra empedrada;
el asfalto aún devuelve el calor.

La brisa no sopla, acaricia,
y el silencio hace acto de presencia,
testigo del canto de los pájaros.

Por aquí anda tu amigo Chuchín,
donde en otro tiempo
latía tu corazón.

Sé que desde el universo
miras lo que escribo,
sentado sobre esta piedra,
bajo este sol.

Dieciocho de diciembre.
El cosmos no se detiene: observa.

Cuando lo que no parece deslumbrar
es como lo que no parece estar
y, sin embargo,
siempre está.

Alzando el dedo hacia las estrellas,
las que no hace falta ver,
bajo este cielo abrasador.

A ti me dirijo
y te escribo hoy.

  • Autor: Jesús (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de diciembre de 2025 a las 01:51
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
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