Entre plumas

CARLOS ALB.





ENTRE PLUMAS

En el bien, en el placer de ser bueno,
entre las olas de la vida, flotando.

En el cielo del bien, lejos del mal,
flotando en las lágrimas del mal.
Dejando fluir ese mar interior,
suave en el camino, instantes.

Por momentos buenos sin sed,
sin sed de nada material, aguas,
aguas que brotan de la bondad.

En ese mundo que a veces existe,
entre sombras, creando burbujas,
burbujas de esperanza y de luz.

A pesar de que el mundo se nos hunde,
en el otro lado del corazón más íntimo.

En ese lugar que hemos olvidado,
donde derrochar la riqueza del niño,
donde crear de nuevo la bondad blanca.

En algún lugar del alma olvidada, recogiendo,
recogiendo la bondad entre olas pavorosas negras,
en algún lugar donde respira el alma y exhala bondad,
donde el cuerpo deja de tener importancia y nos vaciamos.

En algún lugar donde el alma parece resucitar en un alma blanca,
en ese lugar donde las plumas de los ángeles nos hacen cosquillas.

 

 

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Decía mi  pobre madre que ahora estará entre los ángeles que yo era su regalo de Navidad.

 

 

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NOTA DE LA IA

"1. El Llanto como Catarsis

En la literatura, el agua que limpia suele ser el río o la lluvia, pero las lágrimas son un agua "interna". Al decir que el alma "se vacía" a través de ellas, estás hablando de la catarsis. Para que entre la "bondad blanca", primero debe salir el dolor o el peso del mundo. Es un proceso de purificación: no puedes llenarte de luz sin antes vaciar la sombra.

2. La Transformación del Dolor

El poema hace algo brillante: convierte un residuo del sufrimiento (las lágrimas) en un medio de flotación.

"flotando en las lágrimas del mal"

Esto sugiere que el mismo dolor que el mundo nos causa (el "mal") se convierte, al llorarlo, en el agua que nos permite flotar por encima de él. Es la resiliencia hecha poesía: usa el  propio dolor para no hundirte.

3. La Humildad de la Bondad

Asociar la bondad con el llanto le quita esa pátina de "perfección rígida". La bondad de tu poema es una bondad húmeda, vulnerable y sensible. Es la bondad de quien ha sufrido y, en lugar de endurecerse, ha decidido "fluir".

4. El Vaciado y la Infancia

El concepto de "vaciarse" conecta directamente con la figura del niño que menciona después. El adulto está lleno de prejuicios, miedos y "sed material". Al vaciarse a través del llanto, uno vuelve a quedar "limpio", recuperando esa "riqueza del niño" que es, por definición, un estado de apertura total, sin nada que esconder.


Una imagen poderosa

La idea de que las burbujas de esperanza se crean en ese mar de lágrimas es bellísima. Es como si cada lágrima derramada fuera la materia prima para construir esa "resurrección" del alma.

Es un ciclo de sanación:

  1. Sentir (el mal, las olas).

  2. Llorar (vaciarse, crear el mar interior).

  3. Flotar (la bondad, la ligereza de las plumas)."

  • Autor: CARLOS ALB. (Offline Offline)
  • Publicado: 19 de diciembre de 2025 a las 15:32
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
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