No hay relojes en el alma.
Solo ecos.
Solo un pulso que se repite
en diferentes cuerpos, en distintos cielos.
El tiempo es un truco de la mente,
una sombra que finge avanzar,
mientras todo —absolutamente todo—
permanece quieto, latiendo.
Nacemos, morimos, renacemos,
pero es siempre el mismo instante
repitiéndose con nuevos nombres,
con nuevas lágrimas, con nuevas risas.
La muerte no llega:
es un espejo que se apaga
para que veas tu luz sin distracción.
¿Y el futuro?
Un recuerdo aún no recordado.
¿Y el pasado?
Un sueño que sigue soñándote.
Solo el ahora es real.
Y en él,
tú y yo
somos eternos.
Antonio Portillo Spinola
-
Autor:
Spinoport (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 19 de diciembre de 2025 a las 07:20
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1

Offline)
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.