Un pasado que se cuela en el presente

Un pasado que aún se cuela en el presente!
Ser niño tener 6 años jugar, correr reír disfrutar de la magia y la aventura de ser un infante lleno de alegrías por correr en un jardín bien frondoso, aquella Casona de mi abuelo en Quinta Normal. Era una día de verano por el 85 , junto a mi primo nos divertíamos subiendo al pico del ciruelo más grande de la casa para que el tata se levantará y acorreazos nos pescara interrumpiendo su sueño de trabajador nocturno. Ese día aprestados con mi primo Claudio a comenzar la aventura, sentimos un grito desgarrador alertando que posiblemente, era mi abuelito, mi primo corre en dirección contraria, yo voy hacia el fondo del patio, debajo de la parra de una negra, era mi papá....
Que con su torso desnudo, con shorts y chalas yacía sentado en una silla de Fierro arreglando una radio antigua, su cuerpo comenzó a electrocutarse, la corriente no encontraba más salida que el gran tronco que caracterizaba a mi viejo de casi 1.80 y mas se engarrotaba en los fierros de dicha silla, yo veía como su cuerpo expendía humo, si cuello se disliocaba y sus ojos se ponían blancos... Yo estaba impávido, inerte, fueron 19 minutos donde la vida se nos iba, donde se apaga la vida, hasta que despierta mi abuelo y sacsa de cuajo el enchufe, tomando entre frazadas a mi viejo roble que agónico, se debatía ente un lado y el otro, yo veía lágrimas por todos lados desconsuelo y desvelo.
Yo era silencio, era duda, era un intenso dolor del corazón que se apretó como un tornillo mecánico y una garganta con un mar de lágrimas reprimidas hasta que un día, 15 de Enero del aquel año llega mi viejita bien cansada de la esperanza de que volviera porque ya estaba vegetal, lo mantenia el mecánico ventilador, se pone un enaguas negro se acurruca entre mi hermana y yo cobijandonos sobre el lecho y durmiendo de candados. Hasta de un pronto se abre la puerta de la breve pieza que compartíamos todos y acerca la tía María susurrándole a su oído, nuestra madre nos dice: hijos huy tendremos que ser más fuertes que ayer por el papá se nos fue...
A mí se me apagó la vida, se me enfrasco la lágrima, se apretó el pecho, y me golpeó la herida mas grande en mi alma, recuerdo ese día que comienzan a llegar los carros y me suben al familiar, tras el féretro, yo iba mirando hacia atrás, jugando a contar autos, lleno de interrogantes con mis cachete rojizos y apretados de una rabia silenciosa e interna..
Llegando a un general fila interminable de vehículos, cajón abierto, cajón cerrado, gritos y lágrimas por doquier, yo de brazos en brazos sin derramar una sola y así lentamente fue defendiendo su cajoncito en una bóveda helada y triste, de ahí comenzó todo, fue una incomunicación abrupta, arrinconarme y cuestionar porque había pasado, de encerrarme en la pieza, para solo leer comics y cuentos que eran los que me daban de este horrible cuento. Fue el golpe más trascendental de impacto emocional en mi vida, porque fueron seis años maravillosos que me dió un papá que nos está, papá que no es mi papá, porque soy hijo de una violación, que hasta hoy se encuentra impune pero lk que me consuela es que Dios me acaricia y mi santo llaamado Manuel me abraza y susurra al oídos diciéndome hijo tranquilo yo estoy contigo un Cristo que me remata diciendo las batallas las peleó por ti hijo mío, por eso a las.personas les cuento sin miedo por discernir que el me dió, y loque mr consuela es que no soy yo ese sbusador y qye tengo doss hijas y provengo de ums madre y eso se respeta t uirn te pasa la factura, la boleta y la cuenta porque la tuya ya esta vencida y tú negra, conciencia secándose, pa que decir tú corazón y tú alma, son el.desierto mismo.
para que nunca más existan violadores, estupros, abusadores y sanguinarios en una puta que se hace llamar familia, por eso perdoname Dios pero esa mierda de apellido que comienza con H"' mi abogado me lo cambia prefiero ser reyes y seguir Con una Fe inquebrantable, sin hermanos y sin nadie, sólo por el mundo, con Dios, con Cristo y con los cuartos donde los alcoholismo y drogadictos que amamos la recuperación, lo contamos abiertamente para que no vuelva ocurrir un vejamen como este, Dios castigalos que caigan por la multituf de sus trampas y transgresiones, dales de comer de la ira que llevan guardada, en cuanto yo me quedo sereno cuando veo la tu rostro amanecer.
Manuel Alejandro Reyes Reyes