Autor: Darío Daniel Lugo
Allí donde pocos llegan,
entre miradas lejanas y silencios ocultos,
habitan infinitudes de palabras sin respuesta;
espacios imposibles de colmar
por su inmensidad sin fin,
que obligan a mirar más allá de la oscuridad.
Quien huye de lo que no puede nombrarse ni verse,
allí donde todo tiende a desaparecer,
se vuelve un punto en el infinito;
donde todo es sombra
y el silencio, grito.
Tu calma ya no tiene definición,
ni etiquetas, ni comparaciones, ni razón.
Eres libre de todo lazo,
donde lo desconocido se vuelve abrazo.
Hay abismos que no admiten luz,
ni nombre humano que los alcance;
por más que se intente,
serás siempre errante:
un comienzo,
un alma constante.
Siempre he dicho que quien es temerario
y cruza el abismo sin mirar atrás
jamás regresa siendo el mismo;
pasa a ser aquello que habita
donde la luz no llega,
y descubre que el secreto en sombras
también brilla.
Quien guarda su silencio
y lo hace habitable
ilumina su destino
más allá de lo inalcanzable.
Al final,
frente a la nada que todo envuelve,
frente a la inmensidad de lo Innombrable,
tú decides.
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Autor:
Dario Daniel Lugo (
Offline) - Publicado: 17 de diciembre de 2025 a las 20:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.

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