Dejen al loco solo en su locura;
no se pongan a su lado
ni tampoco se les ocurra
seguirle los pasos;
terminarán atrapados
en el vacío de su amargura
y perdiendo lo poco
que les queda de cordura.
Vivan la felicidad de los quietos;
gozando de la despreocupación
por los asuntos sin solución,
y dejen al loco zapateador
haciendo ruido con su zapateo;
porque, acéptenlo, señores,
a ustedes no le place la locura
ni han nacido zapateadores.
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Autor:
Walter Brunini (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de diciembre de 2025 a las 11:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: racsonando, Mauro Enrique Lopez Z.

Offline)
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