Matamos a Dios
Y en vanagloria por décimas de segundo, todo fué dicha y compasión.
Que ridículo.
Pensarlo y matizarlo, cuantiosos los equipos de la vida.
Inenumerables aquellos que se precipitan.
Esos energúmenos llorando por la alineación, criticando vuestra propia insatisfacción.
Citando versos abstractos, subyugando sus propios prontuarios.
Y que decir de los nuestros
Seres satisfechos en su propio veneno.
Que urgan en la herida sin buscar el arreglo, que mienten y espabilan creyendo no ser tercos.
Y qué pensar de los más atentos
Quienes con su lucidez dicen ser los más enfermos.
Seres impuros llenos de lamentos.
Vida que traes muerte, y una elegía encandecente.
Lloramos hoy por quienes
En su apego parten por sus seres.
Alzamos la voz queriendo ser vistos, incomunicados en nuestro propio esoterismo.
Quizá aquel viejo diga la verdad
Y
Dios pueda volver
Tras matarlo
Una vez más.
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Autor:
Arubi (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 16 de diciembre de 2025 a las 02:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1

Offline)
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