El Juramento de las Almas

Sin importar el tiempo que fluye como un río,

mi alma, como un antiguo pergamino, guarda memorias.

Nuestro pasado, como un cuento que se repite,

se entrelaza en los hilos invisibles del destino.

Nuestros corazones, como dos cometas errantes,

se reencuentran en cada vida, como un abrazo.

Latirán de nuevo, como la primera vez,

cuando nos cruzamos en aquel lugar especial.

Nos pondremos nerviosos, como dos adolescentes,

viviendo todas las experiencias, como hojas en el viento.

Pero aún no es el momento, como un reloj que espera,

el mundo no es nuestro escenario, pero lo será.

Nos volvimos a ver, como dos almas que se reconocen,

un juramento silencioso que no podemos romper.

En esta vida o en la siguiente, volveremos a encontrarnos,

a vivir las experiencias que ya conocemos en lo profundo.

El mundo, a veces cruel, nos persigue con odio,

pero luchamos, como guerreros de un amor prohibido.

Superamos crueldades, como rosas que crecen en espinas,

porque esta será nuestra última vida juntas, lo sé.

Lucharé por ti, como un caballero en armadura,

para que puedas vivir una vida feliz, sin miedos.

Ya no nos ocultamos, sino que luchamos juntos,

demostrando nuestro amor en cada paso que damos.

Y ahí estás, con tu sonrisa, como un sol radiante,

mostrando tu verdadera esencia, sin velos ni secretos.

Esa felicidad que siempre te caracterizó, ahora brilla,

como la luz que guía mi camino entre la muerte y la vida.

Mi corazón, como un guerrero incansable,

te buscará en cada esquina del tiempo y el espacio.

Lucharé por tu amor, como un himno ancestral,

porque siempre fuiste y serás mi destino, mi eternidad.