Mi lealtad, es una lluvia que cesa;
un cantar de aves sin sombras.
Perdido voy a la roca pura,
a la roca que es muerte de vida.
Presagios valientes que desaparecen,
un clavel sin color... nacer, nacer y ¡qué!
Yo soy del espacio, oquedad;
rumbo que se pierde en el tiempo.
Prefiero dormir despierto
en los jardines que observan fracasos.
¡Ay!... Amuletos son mis huesos,
una cortina de presagios, ¡Mentira!.
Mentira quien dispara con promesas,
divinidades falsas de corazones tontos.
¿Mi poesía? Es esa lluvia que arrecia
después de tronar fanfarrona.
Un lugar pequeño donde guardo fracasos,
donde duermen sueños y yacen,
los años ya acabados...
Procuré ser desierto cuando me miran,
y un lagar cuando acusan.
Pero yo, que duermo entre mis voces,
sé que hay lugares donde nadie observa,
la paz y el cielo tal vez...
Cuál sino mi propio infierno,
el silencio último de la noche,
el que me avisa, el que molesta
cuando la alas rotas no vuelan,
pero esperan plumas nueva,
nueva primavera,nuevo viento
y un mismo cielo donde
vivir también preso de libertad!!!
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Autor:
poetalibre (
Offline) - Publicado: 15 de diciembre de 2025 a las 21:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Henry Alejandro Morales, Antonio Pais, Eduardo Rolon, alicia perez hernandez

Offline)
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