Avivemos la amistad
Llegan días en que la tradición
nos alza del peso vivido,
y en los surcos del pecho
siembra deseos que aún duelen.
Pedimos paz,
mientras la guerra hiere lo invisible.
Pedimos felicidad,
y se escurre a veces,
palabra hueca
entre los dedos del alma.
Queda la amistad:
tronco tibio
que sostiene la luz
de los instantes.
Bajo su aliento renacen
los gestos simples,
las miradas capaces
de apartar las sombras.
Se acercan esos días en los que la tradición nos aparta, por un momento, de lo vivido y nos impulsa a sembrar los mejores deseos para el año que se acerca, a pesar de las frustraciones que hieren nuestros corazones. Deseamos paz y, sin embargo, cada día las noticias nos recuerdan que, en muchos rincones del planeta, las guerras siguen truncando vidas. Deseamos felicidad, pero solo en contadas ocasiones logramos abrazarla, y por eso nos parece una palabra vacía.
Lo que verdaderamente nos queda es afianzar la amistad. Al calor de ella, renacerán momentos hermosos que, aunque breves y a veces marcados por miradas que esquivan las sombras del mundo, podremos disfrutar con sinceridad.
Hoy no me atrevo a citar pasajes bíblicos como: “…y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad” o “Cesar las guerras hasta los confines de la tierra”, porque, tristemente, no han sido suficientes para detener tanto dolor.
Mi deseo para el año que viene es sencillo y firme: contra viento y marea, fortalecer la AMISTAD, esa chispa humana que aún puede encender la esperanza.
Amigos de Poemas del Alma, os deseo un Nuevo Año rebosante de creatividad. ¡Saludos!
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Autor:
MIGUEL CARLOS VILLAR (
Offline) - Publicado: 15 de diciembre de 2025 a las 17:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais

Offline)
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