Cuando ya no esté en este mundo,
y mi alma haya partido,
Mis recuerdos llorarán en el silencio sagrado,
y los susurros del alma hablará
como una oración eterna grabada en la memoria divina.
Cuando mi presencia se vuelva luz,
Y solo quede mi esencia,no habrá más preguntas, ni dolor, ni ausencia, porque más allá de la vida, Nos reencontraremos en la paz del Creador.
Allí donde reina el silencio eterno,
nuestras almas serán una sola,
unidas en pensamiento, en luz y propósito.
Atravesaremos montañas celestiales y valles de eternidad, como alguna vez lo soñamos,
guiados por la voluntad divina, sin limite, ni cuerpo
Dormiremos bajo el manto de las nubes,
la oscuridad será descanso, y el arcoíris, promesa.
Un nuevo día nacerá con gran Energía.
Anantea más allá del tiempo,
viviremos el presente divino,
cumpliendo el futuro que el cielo escribió para nosotros.
Nos bañaremos en la luz Dorada Eterna
allí donde no existen días, ni pasan los años.
Sabré que te pertenezco y tú a mí por la ETERNIDAD.
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Autor:
Alud. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 14 de diciembre de 2025 a las 21:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Eduardo Rolon

Offline)
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