EL AGUA QUE TRUENA EN EL ROQUEDO

EL AGUA QUE TRUENA EN EL ROQUEDO

Siempre le llamaban la atención

los cursos de agua y los estanques,

albercas, lagunas, lagos,

los saltos de agua en forma de catarata y los rápidos

que se despeñan nerviosos, el estrecho reguero

que apenas hace ruido y los meandros,

y también el charco grande, grande y hondo,

aunque de menores dimensiones que un estanque

y mucho menor que un pantano

rodeado por las cañas y los chopos,

o un hoyo profundo en la arena

que sirve de nacimiento.

Y siempre bajaba la mirada por si acaso

hacia la lámina oscura de agua quieta,

y se ponía a observar muy pensativo

aunque no se divisara el fondo.

Gaspar Jover Polo