**~Ensayo: ¡La Vida No Anda Corre!~**

Ensayo: La Vida No Anda Corre

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

¡La vida no anda corre! La vida es una idea descabellada, pero, muy ideal para poder vivir mejor o peor. La vida es plena y eficaz porque se torna áspera cuando arde el silencio en la vida de sentimientos fríos. La vida corre y no te llevará por el lugar o el camino correcto. ¡La vida no anda corre! La vida es efímera y real, sino que va veloz como el tiempo o como la tempestad que barre con todo a su alrededor. ¡La vida no anda corre! La vida es tan veloz como el ocaso cuando el sol se marcha lejos. 

¡La vida no anda corre! La vida se supone que camina y no corre, porque primero hay que caminar y luego correr, pero, en el tiempo y más en el ocaso sin sol en el cielo se debate en una ira extraña de ir corriendo más y más. ¡La vida no anda corre! La vida es como el alma y como el cuerpo que va de rápido a veloz hacia un sólo destino frío. ¡La vida no anda corre! El tiempo transcurre y como lleva a la vida cuando se va el insistente calor y el frío llega más veloz que el mismo calor. ¡La vida no anda corre! El frío llega primero cuando sólo deseas calor. 

¡La vida no anda corre! La vida es como el cometa de luz va veloz y tan rápido como el tiempo. El tiempo en el reloj salta en pedicoj, mostrando las horas exactas de un lado a otro. La vida es aferrarse a la nueva idea y atreverse a edificar el tiempo, pero, no se petrifica ni se diseca ni caduca ni expira, sino que el tiempo va y transcurre como puede ser. ¡La vida no anda corre! La vida es como el desastre o como el terrible tiempo que se va llevando a cabo una sola idea descabellada para correr antes de andar.

¡La vida no anda corre! La vida es como es. La vida es incierta, a veces, porque la vida va como quiere y no como quieras tú. Por lo tanto, y sin embargo, la vida comienza a edificar el trayecto efímero como el dolor y como el frío desenlace cuando en el alma y más en el corazón se atreve a desafiar. ¡La vida no anda corre! La vida no corre sino que debe andar. La vida debe identificar el ocaso y el tiempo o el crepúsculo y el día porque te das cuenta que ya transcurrió el día y nos lía la noche cuando aparece el cometido en caer de bruces abiertas como el tormento friolento para querer borrar del alma una luz que es imposible. 

¡La vida no anda corre! La vida corre y no anda sino que el tiempo va, va y edifica el torrente sin sabor de un tiempo sin la luz de tus ojos observando el cielo y el sol, cuando en el tiempo corre como el deseo. ¡La vida no anda corre! La vida no se detiene más ni jamás, cuando en el desastre de creer en el cometa de luz se siente como el deseo por observar el cielo lleno de sol. El sol es tiempo, sin caducar ni expirar ni esperar porque transcurre los trescientos sesenta y cinco días al año. Así que, tú mira al sol, y realiza las cosas tiempo al tiempo para que no adelantes las etapas de la vida porque… ¡La vida no anda corre! Sí, tú deseas lo contrario, pues, tendrás que hacer todo ésto.