Fuimos vidas que corrieron paralelas,
dos miradas que vivieron sin cruzar,
Fuimos sombras de multitudes enteras,
dos planetas sin nunca antes impactar.
Mas un día se cruzaron las fronteras,
el azar desvió la orbita al pasar,
y chocamos como estrellas pasajeras,
enciendiendo así este fuego al respirar.
Y creamos entre dos un universo,
como cielo que renace al despertar,
y fuimos hogar, canción y verso,
sueño y cuerpos que no se han de separar.
Mas la roca se desgasta con el viento,
y aun los astros ven su luz ya disipar,
nuestro fuego fue muriendo con el tiempo,
y al mirarnos, hoy dormimos sin soñar.
Hoy a oscuras quedó nuestro firmamento,
nuestras sombras no se rozan al andar,
de calor se volvió frío el sentimiento,
dos cometas que se alejan al volar.
Así de raro es el amor en su locura,
fuimos astros que aprendieron a brillar,
hasta un día en que se acaba la ternura,
y se extingue así su luz... al olvidar.
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Autor:
Yalmar Acosta (
Offline) - Publicado: 13 de diciembre de 2025 a las 11:55
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema nace de la pérdida del primer amor, ese que no se olvida porque fue el que nos enseñó a sentirlo todo por primera vez. Fuimos encuentro y destino, fuego y universo compartido, pero también silencio, distancia y luz que aprendió a apagarse.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 1

Offline)
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