El camino viene con espinas
después de las espinas florecen las rosas.
No dejas de caminarlo, aunque te lastima
aunque cada que avances te abras heridas.
Las heridas conllevan dolor
el dolor implica decisión
la decisión no es quedarse mirando la herida
es buscar que deje de sangrar
luego cerrar la herida
cerrarla es cicatrizar
cicatrizar no supone eliminar
Y entonces aprendes a vivir con la cicatriz
que a ratos vuelve y duele un poco
sabes que está ahí, y a veces la odias
pero al final la amas.
La amas porque está ahí
porque hace parte de ti
porque te recuerda que sobreviviste
Y amarla no es querer volverla a abrir
es recordar donde no volver a pisar
es aprender a caminar más despacio
aprender a proteger tus pasos.
Sí, hay que amar la cicatriz
porque te recuerda la espina
y esta a su vez te recuerda que existen las rosas.
A veces somos cicatrices
otras veces, somos la espina
y solo tal vez un día seamos la rosa.
Así que sí, ama la espina
que te trajo la cicatriz
porque te dolió
porque te enseñó
porque te marcó.
Finalmente, ama la rosa
completa, como es y déjala florecer.
Porque eso somos
la cicatriz, la espina y la rosa
todo junto.
- ANGELA PARRA - 🌹
-
Autor:
Janna Desiree (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 13 de diciembre de 2025 a las 00:16
- Comentario del autor sobre el poema: Las cicatrices cuentan historias, la historia de lo que fuiste y te hace quién eres. A veces eres la espina que abre cicatrices en otros, pero eso no implica que después no puedas también ser la rosa. Estamos formados de pequeñas cosas, buenas y malas, aciertos y errores, lo importante es no quedarse sangrando, y tampoco quedarse siendo la espina.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri

Offline)
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