S o s t é n

resakosa.art

Estaba sostenida sobre el árbol,
que tenía las ramas flojas
por la tormenta que había pasado
a la madrugada.
Eran las 10 a.m.,
y no sabía bien qué iba a almorzar.

Tenía un problema de siempre pensar:
¿Qué voy a almorzar?
Era raro que ese día se le haya pasado por alto.
Pero a su vez no era tan raro,
porque tenía un vacío inmenso
en el hueco de su corazón.

La distancia,
el alejarse de su supuesto amor,
la estaban llevando a la ruina.
Se pasaba los días fingiendo
seguir con su rutina normal,
pero entre la tarde y la noche,
los pensamientos la empezaban a aniquilar.

Cantaba arriba del árbol,
con la esperanza de que se termine el desasosiego
y la cálida sensación
de que aunque sea una rama
existía un sostén
más allá del amor.

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