En un lugar silencioso del alma,
un rincón donde la luz se queda suspendida,
un territorio hecho de sombras
que guarda aquellos recuerdos
que el corazón no fue capaz de olvidar.
Allí está escrito tu nombre,
envuelto en un eco antiguo,
como una plegaria rota
que el tiempo se negó a redimir.
Este lado sin luz de la memoria
no es sombrío por maldad,
sino por la nostalgia
que no sabe olvidar
lo que el alma recuerda.
Lo que fuimos sigue haciendo eco,
junto con la silueta de aquel amor
que no supo mantenerse vivo,
pero también se negó a morir.
En aquel lugar sin tiempo
te sigo viendo con claridad,
con la lucidez de una figura entre penumbras
que aún respira en la memoria,
junto a mis latidos.
Estás presente aunque no estás;
siguen allí vivos los residuos
de aquel destello que un día
nos alumbró la vida.
En ocasiones he tratado de borrarte,
de cerrar la puerta,
pero el subconsciente insiste
y se abre sin retorno,
como un libro viejo lleno de memorias
que aún recuerda el calor
de unas manos que jamás volvieron.
La vida me empuja hacia la claridad,
a los lugares donde el sol brilla,
pero aun así sé que hay historias
que permanecen en los tonos grises del alma,
en el lugar donde duermen
las heridas y los amores imposibles.
Ese lado sin brillo,
ese en el que vives tú sin saberlo,
es el espacio donde todavía arde
la forma tan profunda
en que te quise.
Te pienso, no para volver,
sino para reconocer
que hubo un tiempo
en que mi luz brilló contigo,
antes de aprender
a vivir sin ti.
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Autor:
Poemas De Una Mente Joven. (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de diciembre de 2025 a las 22:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Salvador Santoyo Sánchez, Lualpri

Offline)
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