El mundo mira hoy en su desvelo,
como un turista quieto en compromiso,
mientras un llanto como nube sube al cielo
desde un país que late en piso.
Entre Caracas y Maracaibo al vuelo
retumba ya un trueno deciso;
parece ser un dedo desde el cielo
que va marcando un límite conciso.
Los vientos lloran en la palma,
como un joropo suelto en despedida;
y en cada nota rota tiembla el alma
de una esperanza malherida.
Las voces de los niños con su calma.
Preguntan por qué la noche no es vencida;
mientras la falsa paloma de la paz que no tiene alma
deja entre sombras su guarida.
¿Dónde se ha refugiado la cordura
¿Dónde vamos decidme dónde?
Si la sombra del águila solo es locura
Mantener la luz nos corresponde.
Los dioses viejos del tepuy resgistran todo,
Mientras el pueblo todo en su grandeza,
Sostiene la fuerza que construye
Ante la adversidad el pan sobre la mesa.
Queda el país así con su bravura,
y en cada madre se gesta un gran crisol
fuerza, palabra, heroísmo y hermosura
se hacen los rayos que refleja el sol
y cuando el mundo al fin rompa su encanto,
y despierte al mito en su memoria;
que entienda cual fue el precio de este canto
y abra los ojos a la historia.
Pues nadie invade sin quebranto,
ni pisa patria sin derrota;
y el tiempo, juez de todo espanto,
hará justicia gota a gota.
Y en los llanos soplara la valentía
que al sol del norte desafía;
y al viento extenderá su ejemplo
Resiliente y con porfía
Y a más se ensañen con esta tierra digna
Más grande se alzara su gloria
Los hijos de Bolivar con su insignia
Serán los forjadores de su propia historia,
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Autor:
Marcos (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de diciembre de 2025 a las 18:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, ElidethAbreu

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