… cuando ardiendo cruzo por lo agraz del ser,
entre un mundo en llamas, ruge el dios;
hay pedazos de instantes, horas, años y edades rodando, depurándose,
hay gritos de dolor y sombra huyendo, ruido y pena,
y fuerzas que vinieron desde la raíz del tiempo para destruirme
y tapiarme el pecho y ser ruina total, y sed;
… mientras ello ocurre, me detengo y cobijo el cuerpo en un banco del parque
porque estoy perdiendo los pies y las manos, la cintura, el rostro, la pasión,
y el viento se los lleva;
pasan coches pero no son coches, ni los pájaros son pájaros,
ni son rosas las rosas del jardín;
y no hay hostilidad ni órdenes blasfemas, sólo cuerpo caído y derrotado,
huyendo de mi amado y viejo ser, aquél con que emprendí un viaje hondo, serio y largo
por el país de la piedra y la resurrección;
… cual Osiris, cuando cierre la noche, buscará y recogerá sus tesoros mi alma
y tras haberlos escondido, se irá;
…pero antes, y desmembrada la tarde - donde fulge, donde bruñe y aún resiste el sol –
se arremolinan los pájaros y allí voy;
… y no, no habrá temor, la luz siempre libera.
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Antonio Justel
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Autor:
Orión de Panthoseas (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de diciembre de 2025 a las 17:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Offline)
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