Al fin solas, soledad;
Creo que llegó el momento
De que hablemos cara a cara,
A ver si nos entendemos.
Pasé la vida a la fuga
De tu compañía huyendo,
Pero tú me diste alcance
Como te atrapa un sabueso.
Puesto que lo que nos toca
Es pasar juntas el tiempo
¿Por qué no somos amigas
Y vemos que sale de esto?
Podemos descubrir temas
De que las dos disfrutemos:
Escribiremos poemas
Y soñaremos mil sueños.
Cuando nos sintamos tristes
Mi guitarra abrazaremos,
El corazón en la boca
Y la emoción en el pecho.
Nos sentaremos al lado
De un saltarín riachuelo
Mientras en los pies desnudos
Sentimos su cosquilleo.
Iremos a estremecernos
A orillas de un mar tan fiero
Que escuchando su rugido
Las manos nos agarremos.
En los rincones del bosque
Telarañas tejeremos
Que atraparán el rocío
Como te atrapan los versos.
Y cuando nos amorriñen
De Galicia los recuerdos,
Leamos a Rosalía
Sentaditas junto al fuego.
¿Que te parece? ¿Probamos?
Anda, la tregua firmemos:
Tú ya nunca me harás daño
Y yo no te tendré miedo.
-
Autor:
Anduriña (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 11 de diciembre de 2025 a las 10:46
- Comentario del autor sobre el poema: A veces uno huye de la doledad como de un perro de caza que quiere darnos alcance y nos sigue los pasos sin tregua. No hay forma de huir de él al final nos alcanza. Quiero perderle el miedo, enfrentarme a él y sacar lo mejor de la situación. Me lo merezco.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Baldelomar, Lualpri

Online)
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