Sol de invierno

Cristian White

Las frías perlas adornan la ventana;

hay un sol enardecido, hay un viento débil,

hay un sucio harapo que cuelga

en el tendedero, sonriéndoles a las hadas:

 

Después de mucho pensar en las circunstancias,

hay chacales que invaden el bosque;

hijos que despiertan las más grandes pasiones

y padres que se emborrachan al caer la noche.

 

Porque las festividades en invierno son tumbas

desnudas, y las almas llegan en busca de consuelo.

Las almas buscan refugio en el aire masticable

en el día pálido, o simple con el sol de invierno.

 

Ese que atrapa la memoria en las calles

que deambulan sonámbulos,

que fingen sonrisas; acto de sumisión,

acto de vergüenza, acto de simple rabia.

 

Detrás de los escombros que perfilan sus líneas

en poderosas batallas, que detonan la perfidia

y sucumben al hastío, yo me detengo allí

bajo el incendio disfrazado de aurora.

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