NO ES UN PROBLEMA DE EDUCACIÓN.

Nkonek Almanorri

¿Cómo podemos distinguir lo importante

Y serio de lo irrelevante?

En esta cuestión se 

Materializa lo que es

Nuestra

Vida.

 

En cierto modo hoy lo que entendemos por un “problema de educación” también se entiende – o algunos lo entienden -, en cierto modo, como un “problema de desconocimiento” y no siempre es así. Nadie entiende que las calles de nuestra ciudad estén llenas de basura esparcidas por las aceras en las que en ocasiones las ratas son las únicas que pasean por ella libremente; nadie entiende que los muebles públicos, papeleras, bancos, expositores de anuncios, utensilios de jardinería y hasta los parques infantiles estén todos rotos o llenos de grafitis; esto no es una cuestión de no educación y sí de salvajismo inmoral. Ante estos hechos hay una parte de la sociedad que insiste en llamar y denominar este hecho como “falta de educación”: no lo es. Lo que es y ocurre tiene relación directa con el hecho cierto de que hay una parte de la sociedad de a pie que sufre directamente este problema y hasta acoso social y no puede hacer nada, o casi nada, y también hay otra parte de esta misma sociedad – la política y administrativa – que lo ve pero no lo sufre en absoluto y por lo tanto no quiere hacer nada por un problema que no le afecta: estas dos sociedades viven en espacios físicos lejos, separadas entre sí y bien definidas entre ambas; recientemente vi en Madrid cómo una pareja de policías de paisanos paraban en plena calle y a la luz del día a dos ciudadanos de origen magrebíes solo para, primero, pedirles su documentación y acto seguido exigirles de malas maneras que abandonaran la zona en que estaban, un barrio del Madrid rico y señorial donde últimamente las mafias económicas de Venezuela, Argentina, México y Chile en concreto están comprando pisos para luego alquilarlos y usarlos solo para turistas y no turistas ricos de Europa, en concreto de la Europa central y del Este.

 

Ante este hecho no se puede decir ni hacer creer que esto es un problema de educación, no se puede esperar, como se insinúa, que es también un problema generacional, no. Tampoco se puede pretender que han de pasar 40 años para que el problema de educación se supere con otra sociedad ingenua y presuntamente más culta, no. Hoy cada vez más hay la certeza, yo lo creo así, de que cualquier medida, con buena voluntad, basada en la bondad explícita de la especie humana, desde cualquier administración ya sea política o cultural, está condenada al fracaso por razones obvias basadas en que ya hemos llegado tarde a arreglar lo que hemos estropeado: un futuro mejor para el conjunto de toda la sociedad, toda y no unos cuantos elegidos estúpidamente en las urnas.

 

Yo planteo una solución: para los que rompen una ciudad y aterrorizan a una sociedad con fines concretos, multas elevadísimas que serán descontadas de los sueldos si los tuvieran o embargos forzosos de sus propiedades materiales (nunca sus hogares donde viven) y también castigos de mínimo dos años en forma de servicios sociales los domingos y festivos con trabajos en beneficio de la sociedad, y para que estas medidas sean factibles, temidas y creíbles los primeros que deben cumplirlas deberían ser los políticos que han corrompido este mundo. Muerto el perro se acaba la rabia.

  • Autor: Nkonek Almanorri (Offline Offline)
  • Publicado: 7 de diciembre de 2025 a las 12:39
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 2
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