Esa sonrisa
que ilumina miradas,
como si las palabras
parpadearan al verla.
No se puede describir,
solo sentir.
Leo en braille
el reflejo de esa sonrisa,
como si su imagen
marchitara todos mis problemas.
Le robaron el arco a Cupido
para darle forma,
tomaron dos agujeros negros
y los pusieron por hoyuelos.
De las teclas de Beethoven
nacieron sus dientes,
Tejieron su lengua
con hilos bañadas en oro,
y Hefesto, paciente,
forjo sus labios a fuego lento.
Entonces apareció esa sonrisa,
capaz de curvar la luz,
de disolver la tristeza.
Juro que en sus bordes fríos aún había vida,
y me descubrí orbitando, sin querer,
para siempre.
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Autor:
invictool (
Offline) - Publicado: 6 de diciembre de 2025 a las 11:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1

Offline)
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