Cuánto uno más se anima a saber, se inclina a la verdad. Encuentra la magia.
Vuelve y mira el mundo, y encuentra infundio.
La verdad es tan grande que no se dice. Se deja que el ser independiente la encuentre solo, porque la mente caería, sería el alimento de la oscuridad.
He visto la verdad, fue horrible y fue maravilloso. Aún veo la verdad y dejo que mi alma y mi espíritu se relacionen con ella libremente. Yo me fascino por el resultado más iluminado y el proceso más podrido posible.
He aprendido que, cuando uno siente algo que no quiere sentir porque le duele o le tiene miedo, la única manera para dejar de sentirlo es sentirlo. Parecerá que no tiene sentido o es similar a una paradoja. Pero es cierto: ¿cómo puedes transformar algo que no quieres vivir? Hay que vivirlo todo.
El humano, la ciencia lo estudia, muchas ciencias, por muchos años. Y aunque sirva, tal vez no sea necesario. Pueden decirte y puedes escuchar sobre ello, pero piensa por ti, piensa si así te sientes, te sientes como te dicen.
Desde que nací sentí todo desde una profundidad que parecía irreal. Siempre creí que había algo mal en mí, una falla tal vez. Pero al crecer descubrí que todo, y absolutamente todo, es mucho. El humano es mucho: yo, tú. El mundo, la tierra, la palabra, la acción, el durmiente y el despierto.
Sé, por sentir y cuánto y cómo y sin importar dónde, lo que soy y lo que es y fue y será.
Sé que en mi origen real no hay tiempo, no hay fragmentos, no hay mentiras, no hay odio, no hay oscuridad sino en la materia. También sé que no tengo origen. Tal vez quien está detrás de esta piel y detrás de mi corazón tiene una historia eterna y también ha sido observadora del antes de ser todo y nada.
Jamás me creí la versión de que el humano es solo carne y hueso. Jamás, porque jamás lo he sentido; sin embargo, en el pasado no confiaba en el sentir. Ahora veo y siento y creo, porque el idioma no son palabras, no son actos, son sentimientos. Sentir: ese es el idioma real de todo, intangible y poderoso.
Veo otra persona y solo es eso: verla, con el corazón abierto.
La historia del mundo nos la obsequiaron, y dentro de ella existe otra historia sobre el humano reconociéndose a sí mismo desde el origen estelar.
Incluso va más allá del mal y las guerras y el hambre; va desde una unión inmodificable e invencible de la que todo ser nace. Sí, ser: eso abarca animales, plantas, ángeles.
Nada de esto es engaño o ficticio, es lo que siento.
A algunos seres les hace falta morir para reconocerlo y a otros solo vivir.
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Autor:
__almapulcra (
Offline) - Publicado: 6 de diciembre de 2025 a las 00:32
- Comentario del autor sobre el poema: Esto es lo que siento mis queridos poetas. El humano es un poema eterno.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

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