OBSERVADOR EXÓGENO

He aquí un ser con voluntad de exteriorizar ideas en palabras invisibles. O sea, no diré nada. A menos que puedas leerme e interpretarme desde un texto interno con los ojos exógenos. Si no, no verás más que palabras que se cruzan. Así es todo. Observa desde fuera de ti y fuera del objeto ya conocido. La respuesta será, desde mi predicción, que aún nada has conocido. Desde entonces, te conocerás.

Estas palabras invisibles, porque de ti dependen que sean visibles. Yo no sé escribir certezas, a menos que se traten de mí, y sin embargo, las certezas las siento y no tienen lógica ni explicación. Ya no te preguntes "por qué" o "cómo"; haz una pausa, aléjate de todo y verás que no son preguntas, sino vida.

La mente le da sentido a lo que llamamos "vida"; entonces, asume tu posición de observador y deja que lo inexplicable y certero mire por ti. Eso que no logras explicar más que con "eternidad" es lo que se debe seguir.

Humano que siente y que piensa; la diferencia es que el sentir no tiene forma, sino que es información en ningún espacio y en tiempos simultáneos. Sentir no tiene un lugar definido. Luego, la mente interpreta: terrenal y absurda.

Aprende de ti y de quién eres; más que eso, aprende de lo que ERES. La identidad cambia, el ser nunca.

Esto es solo memoria.