EL TRUCO DE LA POESÍA

El poeta se ha puesto

un sombrero alón

y sus manos morenas

están enguantadas

por la imaginación.

Hay una varita mágica,

que está moviéndose

entre los renglones;

hay sortilegios misteriosos

que espantan palomas

y un ramo de rosas

surge de una adivinación.

Hay pócimas agridulces

que influyen el cielo,

y en la olla de los hechizos

las velas piden luz;

hay encantamientos

que duran segundos

y hay otros conjuros

que duran la vida;

hay versos que embriagan

y palabras que hipnotizan;

hay brujerías y magos

que, entre saltimbanqui,

ríen de la razón…

Es la magia de las palabras

que inunda estos versos

con sones prodigiosos

sacados bajo la manga

de un prestidigitador

que escribe poemas.

Con talismanes de la voz

se creó un verso

que está maravillado

por la fuerza oculta

de un amuleto encantado.