Abrazar tu madera y descubrir
el efecto de tu círculo;
ombligo y vientre.
Es el momento de tomar
tu brazo, tenderte sobre
mi pierna, amar tu cintura,
deslizar la palma suave.
Este momento para tocarte
y no puedo. Me quedo en
susurrarte un estribillo,
a eso me debo.
Este momento de escuchar
tu acorde, sin soltar tu brazo,
como si un girasol en su ritual
se desnudara.
En mis dones de vida, la habilidad
de tocarte fue trunca.
Te escucho anclado, a madera y voz,
amarrado a tu cintura como una fiesta
de signos saliendo de tu boca, siendo
ombligo y vientre.
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Autor:
garvel (
Online) - Publicado: 3 de diciembre de 2025 a las 15:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2

Online)
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