Lluvia de felicidad

Lluvia de felicidad

Nuestra amistad nació hace muchos ayeres
tantos que ya no miden los relojes.
Conocemos nuestros "antes" y "después",
nuestros sueños secretos y temores.

Porque este vínculo que tenemos
no se construyó en un día,
se fue alimentando de mil detalles,
desde simples mensajes de saludo,
de recuerdos guardados como tesoros…
Aun sin palabras nos entendernos.

Tú siempre ves en mí
virtudes que yo misma no sé reconocer,
me expresas una admiración inmerecida.
Y yo… muchas veces no lo creo,
porque en el espejo…
simplemente no las veo.
Tal vez no alcanzo a comprender
que esa es tu forma de querer.

El optimismo que irradias no se acaba,
por eso, cuando tu ánimo se apaga,
cuando te veo a punto de llorar,
quisiera poder volverte a animar.

Ojalá que esas tristezas
que tienes en el alma, 
vayan siendo parte
de tu pasado,
que vengan miles
de cosas positivas
y que cada gota de lluvia
te bañe de felicidad infinita ... 
¡Querido amigo!

Tus lágrimas no son debilidad,
son ríos que limpian lo que duele.
Y si hoy sientes que te agobia el malestar,
permite que mis palabras te consuelen.

Yo también he contado las horas en la oscuridad,
he rezado por un respiro, por un poco de paz,
he llorado en la cama, he dicho “ya no puedo más”,
y, aun sin entender cómo… he podido continuar.

No te pido que seas fuerte,
de sobra sé que lo eres.
Pero también sé que hasta los fuertes
a veces necesitan descansar.

Ojalá que esas tristezas
que tienes en el alma, 
vayan siendo parte
de tu pasado,
que vengan miles
de cosas positivas
y que cada gota de lluvia
te bañe de felicidad infinita ... 
¡Querido amigo!

Recuerda que siempre 
habrá alguien que crea en ti…
y nunca dudes…
que yo estoy contigo.

¡Yo estoy contigo!
¡Contigo!