Carta a mi padre.

Anoche pensé en ti, viejo.

miraba al cielo y parecía que alguien

hubiera tirado un puño de sal sobre una

sabana negra.

recordé que alguna vez fuí feliz,

aunque ya ni sé cuando.

Todo sigue igual acá.

los mismos politicos de mierda,

las mismas personas podridas.

el país sigue jodido,

la gente sigue tragando su cansancio

en camiones reventados de sueños

muertos.

Un perro ladra a las dos de la mañana

a unos tipos que roban focos,

ni siquiera por dinero,

solo por tener algo que fumar

mientras el mundo se pudre despacio.

Pensé que algo cambiaria cuando te fuiste,

pero nada cambió.

ni el ruido de los noticieros,

ni el olor a mierda en las calles.

todo sigue igual,

y yo sigo igual,

tratando de entender

por qué el mundo no se detuvo contigo.

A veces te veo,

sentado con el periodico

y con ese maldito cigarro entre los dedos.

tu perro todavía anda por aqui,

es un viejo testarudo,

parece que todavía esperara verte cruzar por la puerta.

La vida no espera por nadie,

ni siquiera por los buenos.

pero quería decirte

que todo va "bien",

lo suficiente para seguir respirando.

ahí fuera todo sigue igual,

aunque yo,

de alguna forma,

me haya muerto contigo.