MALDITOS PATRIOTAS

Malditos patriotas,
que juran amar su tierra
pero no conocen a su gente.

Los veo gritar “¡honor!”
mientras pisan a cualquiera que no encaja
en su idea infantil de grandeza.
Patriotas de mentira,
fabricados con ruido y vacío.

Malditos patriotas,
que presumen patria
pero abandonan al vecino,
que cantan himnos recitados sin alma
mientras cierran la puerta
al que pide un poco de pan. Banderas que usan como escudo
para esconder su cobardía. Porque eso son:
valientes solo cuando están muchos,
leones de boca,
lobos de redes sociales,
héroes de papel mojado.

Malditos patriotas,
que exigen respeto
pero nunca lo dan;
que piden sacrificios
que ellos jamás harían.

Si de verdad amaran su patria,
escucharían a su gente,
curarían sus heridas,
y dejarían de levantar muros
para comenzar a levantar vidas.

Pero no.
Prefieren pararse sobre ruinas
y gritar victoria.

Malditos patriotas…
ojalá un día entiendan
que amar la patria
no es gritarlo,
es sostenerla.

Y la patria, al final,
no son ellos.
Es la gente que duele,
la gente que sueña,
la gente que queda.