El colapso de la vida

El pidió ayuda mucho antes de ese día, llamo a sus "Amigos", pero todos contestaron con la misma frase, "Estoy en otra amigo, después te llamo".. eso calo tan ondo en el corazón de Raúl que sus párpados cayeron cansados y abatidos, provocando que sus ojos se inundaron en aquellos sentimientos de torbellino, se sentía ahogado, su corazón latía tan fuerte y tan rápido que casi se podía observar por sobre la ropa, Raúl siempre había sido un joven tranquilo, estudioso, muy estructurado, conversador y sobre todo sensato, nunca nadie hubiera pensado que aquel día temeraria así.. sus manos sudorosas, pero no de calor, sino de angustia, ese sudor frio que recorre y avanza por el cuerpo como buscando un escape rápido. Sus pupilas tan pequeñas que parecían querer esconderse del mundo, apenas impresentables para los demás, sus labios eran grietas rocosas que simbolizaban la asfixia que estaba sintiendo por dentro, secos producto de la falta de agua en su cuerpo, su saliva ya desaparecida por completo, todo era un conjunto de sucesos simultáneo que se estaba viviendo al mismo tiempos, su cuerpo entrando en un estado de supresión emocional, llevaba a Raúl a un viaje sin retorno, sus piernas blandas, deshuesadas por completo, parecen no tener una base firme en la cual apoyarse, sus manis grandes y algo hinchadas no dejaban poder sostener objetos en ellas, sus ojos desorbitados, suplicando por ayuda, al igual que ese silencio que vino al final, don Raúl dió su último disparo de vida y cayó exhausto, débil por su entorno, por la soledad que lo consumió por dentro, el había Sido por muchos años el joven alegre, sonriente, el "Alma de la fiesta", pero en realidad todo fue una careta, la cual uso por años... Siempre pidió ayuda, pero nadie se dió cuenta. 

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Grito silencioso 

Cuando tú vida se convierte en una habitación vacía, dónde la luz no ingresará por las ventana El pidió ayuda mucho antes de ese día, llamo a sus "Amigos", pero todos contestaron con la misma frase, "Estoy en otra amigo, después te llamo".. eso calo tan ondo en el corazón de Raúl que sus párpados cayeron cansados y abatidos, provocando que sus ojos se inundaron en aquellos sentimientos de torbellino, se sentía ahogado, su corazón latía tan fuerte y tan rápido que casi se podía observar por sobre la ropa, Raúl siempre había sido un joven tranquilo, estudioso, muy estructurado, conversador y sobre todo sensato, nunca nadie hubiera pensado que aquel día temeraria así.. sus manos sudorosas, pero no de calor, sino de angustia, ese sudor frio que recorre y avanza por el cuerpo como buscando un escape rápido. Sus pupilas tan pequeñas que parecían querer esconderse del mundo, apenas impresentables para los demás, sus labios eran grietas rocosas que simbolizaban la asfixia que estaba sintiendo por dentro, secos producto de la falta de agua en su cuerpo, su saliva ya desaparecida por completo, todo era un conjunto de sucesos simultáneo que se estaba viviendo al mismo tiempos, su cuerpo entrando en un estado de supresión emocional, llevaba a Raúl a un viaje sin retorno, sus piernas blandas, deshuesadas por completo, parecen no tener una base firme en la cual apoyarse, sus manis grandes y algo hinchadas no dejaban poder sostener objetos en ellas, sus ojos desorbitados, suplicando por ayuda, al igual que ese silencio que vino al final, don Raúl dió su último disparo de vida y cayó exhausto, débil por su entorno, por la soledad que lo consumió por dentro, el había Sido por muchos años el joven alegre, sonriente, el "Alma de la fiesta", pero en realidad todo fue una careta, la cual uso por años... Siempre pidió ayuda, pero nadie se dió cuenta. 

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GRITO SILENCIOSO 

Cuando tú vida se convierte en una habitación vacía, dónde la luz no ingresará por las ventanas por más que las quieran abrir, ahí entenderán que pedia ayuda, él era aquel grito silencioso y mudo, que no querian escuchar aquellos oídos sordos.. 

FÉNIX.-/