Coplas de un viejo coplero

Diaz Valero Alejandro José

 

Ay polvoriento camino
te recorro sólo un rato
y te siento divertido
empolvando mis zapatos.

La luna tiene un espejo
donde se mira la cara
lo utiliza en cada invierno
cuando destella en el agua.

Puentecito de colores
veo que entre cielo y tierra
muestras esos resplandores
después que la lluvia llega.

Hay un barco en la pecera
navegando a ningún sitio
así yo, de igual manera
muchos barquitos he visto.

Ya no sé dónde ni cómo 
en el río o en el mar
al soldadito de plomo
puedo enseñarlo a nadar.

El viento huele a las flores
de algún jardín florecido
y mis zapatos señores
huelen a viejos caminos.

 

Alejandro J. Díaz Valero

Maracaibo, Venezuela 

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