Estoy aquí...

Anoche soñé contigo.

No como eres ahora,

desgastado por el tiempo,

sino como el hombre firme que yo creía invencible.

Estabas de pie en un pasillo infinito,

iluminado por una luz increíble,

como si alguien hubiese escondido un amanecer entre las paredes de una casa.

No decías nada.

Solo me mirabas con esos ojos que nunca aprendieron a nombrar lo que sentían.

En el sueño intento acercarme,

pero cada paso que doy se convierte en un recuerdo y todo lo que nunca nos dijimos 

pesa más que la distancia.

Cuando por fin estoy lo bastante cerca,

No sé que hacer,

Dudo entre tocarte o quedarme quieto,

Como si cualquier movimiento pudiese romper ese momento.

Tú sigues ahí, estático,

Con esa calma que te caracteriza.

Yo estiro mi mano,

y sin llegar a rozarte,

me limito a dejar que el aire nos conecte.

'Estoy aquí' susurro.

Aunque no sé si lo digo en voz alta

o solo con el pensamiento.

Tú asistentes, muy leve,

como si bastara.

En ese instante,

el tiempo parece congelarse,

y nada más importa que estar cerca,

aunque solo sea un sueño.