Este año fue una mezcla rara
de días tranquilos y otros que pesaban,
de momentos que pasaron rápido
y recuerdos que parecen quedarse para siempre.
Hubo risas que iluminaban la rutina,
y lágrimas que enseñaron a ser fuerte.
Hubo equivocaciones que dolieron,
pero también logros pequeños
que hicieron sentir que todo valía la pena.
Conociste gente nueva,
y otras personas se fueron.
Algunas amistades se hicieron más fuertes,
y otras simplemente mostraron su verdad.
Entre todo eso, aprendiste quién te acompaña
y quién solo aparece de vez en cuando.
Hubo días en que todo parecía oscuro,
y noches largas que daban miedo,
pero también amaneceres que daban esperanza,
y momentos tan simples que se volvieron grandes.
Aprendiste que la paciencia tiene su recompensa,
que no siempre todo sale como uno quiere,
pero que cada paso, aunque sea pequeño,
es parte de seguir adelante.
Y también descubriste
que las cosas buenas no siempre se ven,
pero se sienten.
Este año mostró que crecer duele,
pero que también vale la pena.
Que los errores no te definen,
y que las victorias, aunque sean mínimas,
son motivos para celebrar.
Quedaron historias que recordarás
con una sonrisa o con nostalgia,
pero todas importantes,
porque forman parte de tu camino.
Y mientras pensás en lo que pasó,
también empezás a imaginar
todo lo que viene,
con lo aprendido,
con lo que todavía querés lograr,
y con el corazón dispuesto a seguir.
Al final, este año no fue perfecto,
pero fue tuyo,
y eso es lo que importa.
Con todo lo que dejó,
con todo lo que enseñó,
queda la certeza de que todavía estás creciendo,
y que lo mejor está por llegar.
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Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 24 de noviembre de 2025 a las 12:33
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Jose de amercal

Offline)
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