¿A dónde vuelven los veinteañeros?

Me tiene obsesionado una idea: 

¿dónde van,

los que no tienen pasado?

En la era de la nostalgia y el reciclaje, de lo que ya ha sido o lo que fue o lo que pudo ser o incluso lo que no quiso ser; quedamos excluidos los más jóvenes (de 3 a 25, digamos por ejemplo) porque no hemos tenido ese pasado, ni ningún otro.

Deberíamos crear un presente original y nuevo, plantarlo y que madure para que algún día lo tengamos. Para eso necesitamos ayuda de quienes ya lo tienen, pero se dedican exclusivamente a restregárnoslo y presumir de ello sin decirnos cómo hacer el nuestro.

Y nosotros (pobres nosotros todos) en vez de usar ese resentimiento que existe contra las generaciones pasadas para crear a partir de él nuestro pasado, nos resignamos a su pasado, desechando así cualquier intento de creación de un nuevo y original presente.

Incluso creemos a ver vivido alguna vez ese pasado, dando nacimiento a frases como la de antes todo era mejor, cuando yo era pequeño (usamos pequeño y no joven porque aun sabemos lo que somos, al menos). Sentencias que, fuera de la determinación moral de si son correctas, falsas o algún punto intermedio de esas cualidades;solo cuadrarían en gente con pasado, no como digo, en veinteañeros.

Estoy seguro de que en algún lugar del mundo hay alguien que ya ha labrado el terreno para plantar una semilla de presente, a la que en un futuro, todos los jóvenes nos uniremos, con mayor conciencia de lo que significa o menos. Pero seguro que a ella (espero formar parte de ella cuando aún sea presente) nuestros futuros viejos, osea yo y mis otros jóvenes, volveremos. A eso que nos hará sentir como escribió T.S. Eliot, mixing memory and Desire.