Oigo voces ahogadas
que se estrangulan de miedo,
y oigo otras en susurros
que van retando al silencio.
Escucho voces de colores
que tiñen el universo
y otras que son oscuras
que se jactan de sus ecos.
También escucho las voces
de las alegres cascadas
que van pregonando el brillo
de sus gargantas de agua.
Escucho la voz de los árboles
cuando el viento los asalta,
y la voz infinita de los pájaros
con el solfeo de sus alas.
Escucho la voz de la luna
con su sonido de plata
y la voz de las estrellas
cuando sus cantos ensayan.
Oigo la voz de la lluvia
que dialoga cuando pasa
y la voz del sol naciente
que resuena en mi ventana.
Oigo la voz de mi madre
sobre todo cuando calla,
porque se expande por dentro
y me retumba en el alma,
oigo la voz del anciano
que ya no tiene palabras
y la voz de muchos niños
que hablan con sus miradas.
Hay tantas voces que oigo
unas susurran, otras claman
yo le presto mis oídos
para escuchar sus palabras
que a veces me dicen tanto
con su glosario de lágrimas.
Alejandro J. Díaz Valero
Maracaibo, Venezuela
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Autor:
Diaz Valero Alejandro José (
Offline) - Publicado: 21 de noviembre de 2025 a las 16:54
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1

Offline)
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