Me marcho por una senda de ovejas viejas
arrastro mi cadáver de poeta extinto,
La Muerte se acerca como sombra perpleja,
sonríe, ha caído un personaje distinto,
fúnebres lágrimas adornan mejillas maquilladas
semejando un columpio con el rictus desviado…
Veo los cuerpos de poemas desgarrados,
de aquella poesía insulsa y prehistórica
sobre las hojas de libros desahuciados;
los féretros brillando cual madera retórica,
pienso en cuántos de ellos fueron enterrados
sin la liturgia de una arritmia sistólica…
Imagino sus almas vagando en lenguaje coloquial,
nadie los pronuncia en el tono de lo escrito,
sus autores se perdieron en un extraño limbo
sin darse cuenta que habían desaparecido,
arrastraban consigo todo su significado,
envueltos en la mierda de los pañales zalameros…
He llegado finalmente a mi último destino
los laureles de mi frente se han borrado,
mis pergaminos están todos desteñidos
y los aplausos ya no son los asesinos,
mi audiencia ha quedado toda boquiabierta
pues mi poesía es ahora letra muerta…
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Autor:
Carlos Armijo ✒️ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 21 de noviembre de 2025 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3

Offline)
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