Cierro los ojos y la realidad se deshace en mis dedos;
los abro y todo vuelve a latir, tembloroso y ajeno.
( A veces sospecho que nunca exististe fuera de mí)
Las constelaciones giran como farolas mareadas,
el cielo exhala un vacío que me muerde:
cierro los ojos y la realidad golpea mi estómago
dejándome regusto a muerto.
Te imaginé durmiendo sobre mi pecho,
susurrándome palabras que parecían conjuros,
besándome como si el mundo se incendiara.
( A veces sospecho que nunca dejaste de existir en mí)
Los dioses tropiezan con mis mentiras,
las sombras se confunden,
el bien y el mal se rompe como un vidrio
al ajuntarse con fuerza.
( Cierro los ojos y la realidad golpea mi cuaderno)
Juraste volver,
prometiste que el tiempo no te arrancaría
de mi lado, pero los años me nublan
y tu rostro se disuelve lentamente en mi memoria.
( A veces sospecho que nunca te olvidé del todo)
Debí amar al relámpago, al animal de la tormenta,
volverme ciega,
dejarme llevar por sus fuerzas.
Ellos siempre regresan cuando el cielo abre sus venas
y llora.
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Autor:
eme.snz (Seudónimo) (
Online) - Publicado: 20 de noviembre de 2025 a las 20:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1

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